Irónicamente mientras Venezuela tensa las relaciones con los EEUU, Cuba se abre a su histórico enemigo y le da la
mano al presidente Barack Obama, y aunque el discurso de Raúl Castro estuvo lleno de parafernalia antiimperialista y de gamelote revolucionario, el dictador terminó su intervención diciendo que Obama era un hombre honesto y además ofreciendo excusas por que, (Raúl sabía) que Obama no tenía culpa de las pugnas y el bloqueo a Cuba.
Aunque Raúl fijó posición para apoyar a Nicolás pidiendo la derogación del mal llamado decreto de Obama, la incoherencia y el abandono se sintió en el salón de convenciones cuando al final de tanta palabrería, sus expresiones a Barack fueron positivas, algo nunca antes visto.
Vimos a una Dilma Roussef abogando también por Venezuela y la derogación de las sanciones, pero a su vez, planificaba su viaje a los EEUU que estableció para junio para firmar tratados de amigable y amplio intercambio en favor a Brasil. Sin embargo, en una entrevista a Patricia Janiot, manifestó que el gobierno de Venezuela debería liberar a los presos políticos. Alguien que dice algo por un lado, y otra cosa por otro lado, sencillamente no la dá.
Un agrio Rafael Correa intervino con la más radical posición, agrediendo a los Estados Unidos, Abogando también por Nicolás, y además amenazando a la prensa latinoamericana tildandola de ser "mala, muy mala".
Cristina Fernández por su parte, representando muy mal a la Argentina, también defendió a Nicolás y tachó de "ridículas" las sanciones de EEUU que establecen a Venezuela una Amaneza inusual, cuando EEUU es la primera potencia militar y económica del mundo.
Evo Morales excedió su nivel de jalamecatismo y sus palabras fueron más de lo mismo, nada interesante que opinar sobre su intervención.
En conclusión, Latinoamérica hoy, no la dá. Para los que no se familiarizan con la expresión "no la dá", explico brevemente que es una forma venezolana muy juvenil y actual de afirmar que algo o alguien no es o hace las cosas bien, no se destaca, no causa impacto, simplemente no la dá.
Más allá de opinar lo que ya sabemos, que convivimos con vecinos que sólo defienden sus intereses, los líderes actuales de Latinoamérica tienen grandes fallas que afectan el hemisferio, la más reprochable: No tener la firmeza de encarar las acciones que socavan democracias constituidas, a pesar de haber experimentado un pasado de sangrientas dictaduras, y eso es grave, porque pasa por encima de defender DDHH, cosa que en nuestra época es inaceptable.
Estos líderes no la dán. Vimos un Raúl Castro aplaudido y recibido con mucho entusiasmo, como si estuviesen los pueblos latinos aplaudiendo un sistema dictatorial que aplastó la oposición y pulverizo la democracia, que se enemistó con Estados Unidos pero no asumió las consecuencias de eso al usar el bloqueo como una excusa de medio siglo para justificar el fracaso de la isla, multiplicando la pobreza y el sometimiento ciudadano. Cuba no es un país democrático normal, Cuba es una dictadura, los Cubanos se someten a lo que digan sus dueños: los Castro. Si un líder democrático aplaude eso, no la dá.
Por otro lado, estoy cansado de escuchar a la Casa Blanca decir que las sanciones son contra 7 funcionarios y que el término "Ameneza inusual" es utilizado en el lenguaje gringo tradicional cuando se emiten este tipo de
anuncios, y que evidentemente eso no significa que Venezuela sea una amenaza militar. Roberta Jacobson lo repitió el sábado en Panamá, y dijo que eso ya está ejecutado y digan lo que digan, no iba a cambiar.
Me pregunto ¿Son los líderes de Latinoamérica cínicos, o realmente no se documentan? Como es que, después de que EEUU explica una y otra vez la significancia de un lenguaje meramente tradicional, estos presidentes van a una cumbre a pedir derogación de algo que para ellos significa lo que en realidad no significa. Roberta Jacobson lo dijo: "Es ilógico pensar que USA va a invadir a Venezuela" con un tono un poco "Que fastidio esta gente", y tiene razón.
Si los líderes son cínicos o no se documentan, definitivamente no la dán y le hacen mucho daño a Latinoamérica.
Pero si hay alguien que no la dá, es Nicolás, cuyo discurso fue ignorado por Obama al salirse minutos antes del centro de convenciones, y que además, no mencionó por ningún lado en su intervención a Venezuela, aunque si dejó claro que la defensa de los DDHH y la democracia es algo que Los Estados Unidos jamás dejara de hacer. Buena esa.
A pesar de los pesares, haya gritado y chillado, haya tenido el apoyo de los muy cuestionados líderes vecinos pero también el silencio de países de Centro América (hay que decirlo), lo cierto es que las sanciones siguen, e incluso se estima que anuncien otras más, y si al ciudadano de a pie le redujeron el cupo a 700$ para viajar al imperio, la verdad es que Luisa Ortega, por ejemplo, no podrá pisar más tierra norteamericana, y aunque lo disimulen, eso si que les duele.
Gracias Obama, tú si la dás.
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